La popularidad de la Web se debe a su interactividad, pero, básicamente, hay dos características que la
hacen accesible y, por sobre todas las cosas, atractiva: es hipertextual y multimedial.
Se dice que una página web es un documento hipertextual
porque es mucho más que un archivo de texto: contiene datos que se relacionan
entre sí, y con otros textos o documentos. El hipertexto tiene la particularidad
de que permite realizar una lectura no
lineal de la información. ¿Qué significa esto? Cuando usted lee un libro o
una novela, comienza por la primera página, continúa con la segunda, y así
sucesivamente. Si intenta saltear algún párrafo o leer desde la mitad de otro,
es probable que no pueda seguir el hilo de la narración.
El hipertexto está organizado de un modo completamente
distinto. Por su estructura, puede recorrerse de diversas maneras a través de vínculos o links, están presentes a lo largo de toda la Web y lo conducen de
una información a otra, ya sea dentro de la misma página, de otra página del
mismo sitio o de cualquier otro lugar de la Red.
Para entender más claramente el significado de esta
característica, tomemos como ejemplo un documento hipertextual al que usted
puede acceder ya mismo desde su PC: la Ayuda de Internet Explorer (desde Ayuda/Contenido e índice). Se trata de
un texto en el que encontrará las explicaciones básicas para el manejo de este
navegador. Dicho documento contiene algunas palabras resaltadas en otro color o
subrayadas. Si ubica el puntero del mouse sobre alguna de ellas, éste se
transfomará en una pequeña mano, lo cual significa que esos términos lo
conducirán a otro texto relacionado con el tema.
Otro ejemplo que da cuenta de la hipertextualidad de la Web
es el siguiente: suponga que está navegando por el sitio de la Universidad de
Buenos Aires (www.uba.ar),
que se encuentra en la Argentina, y hace un clic sobre la opción que dice
Indice de universidades del mundo. Antes de darse cuenta, accederá a una página
con una lista de países europeos, asiáticos y africanos. A partir de ese
momento, y si continúa navegando, podrá elegir, por ejemplo, el enlace que lo
lleve a la universidad londinense de Oxford o a cualquier otra que se muestre
en la lista.
Por otro lado, la gran virtud de la Web es que sus contenidos
pueden ser multimediales, es decir, que una página puede influir sonido,
imágenes y video, entre otras opciones.
Recorrer la Web es muy sencillo: con unos simples clics,
usted podrá visitar cientos de páginas de los más diversos lugares del mundo,
con temática completamente distintas.